Seguramente habrás visto alguna vez caballones de tierra en algún terreno para cultivo. Es algo muy común de ver, sobre todo en aquellos cultivos que necesitan de grandes extensiones y suelen realizarse con tractores y maquinaria.
El caballón es la pequeña montañita o elevación que queda tras el arado, es decir lo que queda entre los surcos en el terreno.
Los caballones se suelen hacer en la actualidad con tractores o maquinaria manual como el motocultor, aunque los hortelanos tradicionales y que no hacemos producción más que para nosotros mismos, los solemos hacer con una azada y un palote.
Para hacer los caballones rectos, tanto en el caso de hacerlos con azada como con un motocultor, uno de los trucos es colocar una cuerda estirada de un lado al otro del huerto y seguir la línea.
Sembrar patatas en caballones
Para sembrar patatas en caballones lo que hacemos es preparar el terreno con un buen abonado de fondo, una buena cantidad de estiércol de vaca o de oveja, de compost o el abono que tengamos. De esta manera conseguiremos que los nutrientes abunden en este cultivo.
La siembra la realizamos cortando patatas brotadas en dos o tres trozos, dejando que varios brotes queden en cada uno de los trozos.
Los trozos se pueden hacer unos días antes, para que la patata cicatrice, aunque yo lo hago en el mismo día y va perfecto. Lo más importante es que los brotes estén lo suficientemente desarrollados.
La profundidad debería ser de unos 20 centímetros y la distancia entre cada trozo de patata que cultivemos sea de unos 25 a 30 centímetros. Aquí os dejo un vídeo de cómo lo hicimos, en este caso con la ayuda de un motocultor, pero se puede hacer perfectamente con la azada:
¿Bancales o huerto en caballones?
¿Por qué prefiero los bancales al huerto en caballones? Como ya expliqué en el vídeo que dejo más abajo sobre los motivos por los que me decanté para el cultivo en bancales en vez de hacer el huerto en caballones de tierra es que para el tipo de huerto que me interesa, para producción de autoconsumo, este sistema es más práctico. Con la excepción de las patatas y algún que otro cultivo que requiere de grandes extensiones, prefiero hacerlo en bancal. Además no necesito maquinarias ni tractores, ya que con unas pocas herramientas del huerto tengo suficiente.
Los motivos principales son la comodidad para trabajar en el huerto. Los bancales permiten cierta altura, algo que en el caso de los caballones no es así. Y la espalda lo agradece.
La altura de los bancales además facilita la tarea del control de “malas hierbas”, o mejor dicho, las hierbas adventicias, las cuales pueden volverse un auténtico dolor de cabeza. Así también la altura ayuda en el control de plagas. Al tenerlo a una altura media podemos ver mejor las plagas, y prevenir su propagación.
Es mucho más eficaz la concentración y aprovechamiento del abonado, y la manera de como conseguir tener terrenos más sueltos y mejor drenados. Es más sencillo conseguir unos suelos con mejor estructura y tenemos un mejor aprovechamiento de los recursos valiosos como el agua y el sol.
Una ventaja adicional es que los bancales son muy fáciles de adaptar al gallinero móvil o gallinero casero, como hemos visto en varias ocasiones en el blog y en los vídeos. Recientemente hemos perfeccionado un modelo más ligero e idóneo para abonar y mejorar los bancales entre una siembra y otra:
Espero que te haya quedado claro que son los caballones de tierra en el huerto, y que hayas entendido el motivo por que preferí, conociendo las dos maneras y habiendo practicado los dos métodos, decantarme por los bancales para La Huertina.
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