La Lapilla es una especie de cochinilla que se caracteriza por tener un caparazón duro que la protege de los depredadores y es bastante difícil de combatir. Afecta a una gran cantidad de plantas, tanto ornamentales como frutales u hortalizas. Aunque en generalmente se encuentran en los cítricos.
Las hay de muchas formas y colores, blancas, negras, grises, alargadas, redondas… Cada una se adapta a la planta de la que se alimenta. Algunas son conocidas comúnmente como piojo rojo de California, piojo blanco o piojo de San José, o Lapilla. Aunque también está la Caparreta o cochinilla del olivo.
El ciclo biológico es bastante complejo ya que tienen muchos estados larvarios en toda su corta vida. Dependiendo en que estén se pueden mover por la planta o no se pueden mover, pues están fijos. Los machos cuando son adultos pueden volar, lo que nos permite usar trampas cromáticas para combatirlo.
Daños
Provocan daños en el fruto, afeándolos pues dejan manchas amarillas que no se pueden quitar. Las hojas, ramas y la planta en general se debilitan e incluso las hojas se amarillean y caen.
Con la melaña que producen, se genera negrilla, que es un hongo que evita que la planta haga la fotosíntesis.
Medidas Culturales y Combatirla.
Realizar podas de aclareo para evitar que tengan sitio donde esconderse. Las hojas y ramas infestadas deben ser eliminadas para evitar que proliferen.
Colocar trampas cromáticas de color amarillo para que el macho, que es el que vuela, quede atrapado y no se puedan aparear.
Trampas de jabón con luz para atraer a los machos.
Cepillar los árboles para quitar los bichos que pueda tener pegados al tronco principal.
Comperiella bifasciata y Aphytis melinus son dos avispas parasitoides que suelen parasitar a las lapillas. Están disponibles de forma comercial o también pueden llegar de forma natural a la huerta.
Aceite de Neem de 3 a 5 ml por litro de agua y lo aplicamos en el riego.