Los cuidados de la lavanda son necesarios, como en cualquier otra aromática, pero no son iguales que en, por ejemplo la menta o la albahaca, que tienen sus propias complejidades y facilidades. Así que veamos que hay que tener bien presente a la hora de tener esta planta en casa y en el huerto.
Beneficios para el huerto
Para empezar, cabe recordar que esta planta aporta numerosos beneficios, como en general todas las aromáticas en el huerto. Principalmente, por sus flores, la lavanda atrae diversos polinizadores como abejas, abejorros polinizadores y mariposas que ayudarán en la producción de nuestros alimentos.
Al mismo tiempo, esta planta es un repelente para las hormigas, las cuales en ocasiones pueden representar una auténtica plaga. Hemos visto en varias ocasiones cómo eliminar hormigas del huerto, pero sin duda esta aromática es ideal para repelerlas. Ya sabemos que en el huerto, todo lo que podamos prevenir en cuanto a plagas y enfermedades que acechan nuestros cultivos, mucho mejor. Además, también es efectiva como repelente de moscas, mosquitos, ratas y ratones.
Por eso pensamos que es importante plantar lavanda, teniendo bien presente los cuidados, ya que ayudará a tener una mejor huerta.
Beneficios para la salud
Además de los beneficios que aporta al huerto, hay una lista muy importante de beneficios que aporta su consumo en infusión o su uso aromatizador, gracias a sus propiedades medicinales relajantes, fungicidas, antisépticas, antiinflamatorias y digestivas:
- Alternativa a fármacos antiinflamatorios. Funciona como remedio natural contra el dolor.
- Antiséptico cutáneo. Ayuda a tratar las afecciones de la piel.
- Asma. Puede aliviar los síntomas del asma.
- Cabello. Ayuda a la salud y el crecimiento del cabello.
- Hongos. Combate el crecimiento de hongos.
- Insomnio. Puede ayudar a conciliar el sueño y mejorar la calidad del mismo.
- Menopausia. Disminuye los sofocos menopáusicos.
- Salud cardiovascular. Ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Malas digestiones. Una infusión de esta planta ayuda a mejorar la digestión y a relajar el estómago.
Cuidados de la lavanda y otras cosas a tener en cuenta
Ahora vayamos al grano: los cuidados de la lavanda. Si la queremos plantar dentro de casa, ya que podría ser considerada una de las plantas de interior beneficiosas para la salud, incluso se puede recomendar colocarla en el dormitorio. Lo que sí es muy importante, que sea una zona donde reciba luz solar directa.
Tierra
Para empezar, debemos tener presente dónde la vamos a plantar. Es una planta que se adapta bien a todo tipo de suelos, un suelo suelto, ligero y arenoso será mucho más apto para su desarrollo. Además, un correcto y fluido drenaje evitará encharcamientos y posibles problemas como la pudrición de las raíces por el exceso de humedad y la proliferación de hongos.
Otra cualidad importante que se debe tener en cuenta, es que esta planta necesita un suelo que no sea muy ácido. Te explico cómo medir el pH de la tierra de forma casera, así como alterar este pH a nuestro favor:
Riego
Lo siguiente que debemos tener bien presente en cuanto a los cuidados de la lavanda es que es una planta que necesita agua pero no en abundancia. Por lo tanto, los riegos deben ser regulares, aunque soporta bastante bien las sequías temporales, debido a sus orígenes propios de regiones cálidas y secas.
En cualquier caso, en primavera y verano la regularidad del riego puede ser de una vez a la semana, mientras que en otoño e invierno, un riego cada 15 días podría ser suficiente. De esta forma cubriremos las necesidades hídricas de esta aromática sin riesgo de pasarnos.
Clima y sol
Es una planta que prefiere climas ni muy fríos ni muy cálidos y crece perfectamente en diversos climas, y soporta bien las heladas.
Por lo demás, lo que sí necesita es mucho sol. Esto es importantísimo y como decíamos antes, algo a tener en cuenta si se quiere tener en maceta dentro de casa. Ya que si no recibe sol, lo más probable es que la planta perezca.
Si la vamos a plantar en el huerto, como es muy probable que hagan la mayoría de nuestros lectores, hay que elegir una zona que además de beneficiar a los otros cultivos, como por ejemplo atrayendo polinizadores y repeliendo plagas, reciba mucho sol durante todo el día.
Enfermedades y plagas
Siguiendo con los cuidados, la lavanda no es una planta muy propensa a sufrir enfermedades. Pero como decíamos antes, los encharcamientos y problemas de drenaje pueden afectar a sus raíces, haciendo que se pudran o que contraigan hongos. Los más comunes son hongos como Armillaria mellea, Septoria lavandulae y Phoma lavandulae, que pueden hacer estragos en la planta. Por eso es importante que la tierra sea muy buena y arenosa, y que drene bien.
En cuanto a las plagas, aunque poco frecuentes, podrían afectar principalmente la cochinilla algodonosa, el escarabajo Meligethes, las orugas verdes y el pulgón.
Poda
Ya hemos visto recientemente cómo y cuándo podar la lavanda, así que no vamos a repetir lo que hemos explicado en un artículo en el blog. Es bastante sencillo y beneficioso para la planta.
Tan solo necesitaremos una buenas tijeras de poda y seguir los pasos que explico en el vídeo:
Lavanda en maceta: cuidados
En cuanto a la lavanda en maceta, los cuidados son prácticamente los mismos: un buen sustrato que drene bien, mucho sol y un clima adecuado, el riego debe ser regular pero no muy abundante y hay que evitar que se encharque para que no acaben pudriéndose las raíces y la planta acabe contrayendo hongos.
Hasta aquí los cuidados de la lavanda que debemos tener presentes. Consulta nuestro artículo sobre cómo secar hierbas aromáticas para su uso posterior, en el que enseñamos también cómo secar lavanda. Ya veréis que teniendo presentes estos tips para el cuidado de la planta, todo será más ameno.
Pero no os dejéis intimidar. Se trata de un cultivo que tiende a ser muy fácil y agradecido si las condiciones y los cuidados básicos son los correctos.
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