El olivar intensivo es, como su nombre lo indica, uno de los sistemas producción más eficientes que existe gracias a la posibilidad de obtener una densidad de plantación mucho mayor en comparación al olivar tradicional. Todo esto se traduce en muchos beneficios cuantificables, comenzando por una mayor producción de aceitunas por hectárea.
¿Qué es el olivar intensivo?
El cultivo intensivo de olivos es, como comentamos anteriormente, un sistema moderno y más eficiente para el cultivo de olivos. Este sistema tiene por objetivo principal maximizar la producción en áreas especialmente limitadas.
Entre otras cosas, se distingue por una mayor densidad de plantación, gracias a lo cual se obtienen cosechas mucho más abundantes y de mejor calidad. Esta optimización de espacio es clave para mejorar la gestión general de todo el producto y, por supuesto, para el máximo aprovechamiento d ellos recursos.
Ventajas del cultivo en intensivo de olivos
Una de las ventajas más destacadas e interesantes de la plantación de olivar intensivo es conseguir un incremento, significativo, de la productividad, ya que se desarrolla la capacidad de aumentar la producción de aceitunas por hectárea. Por otro lado, al reducir la distancia entre los olivos, la captación de luz solar se optimiza, lo que facilita el acceso a los nutrientes del suelo y da como resultado cosechas mucho más abundantes y de calidad.
Así mismo, el olivar intensivo permite hacer un uso mucho más eficiente del agua. Y es que, la implementación de sistemas de riego por goteo son claves para reducir el desperdicio de agua y, al mismo tiempo, garantiza que cada árbol reciba la cantidad adecuada de humedad.
De igual manera, la disposición ordenada de los olivos facilita la mecanización de varias tareas agrícolas, como la recolección y la poda. Esto ayuda a reducir los costos laborales y mejora, en general, la gestión del cultivo.
Marco de plantación de olivos en intensivo
En el olivar intensivo, el marco de plantación es fundamental para garantizar una distribución equitativa de todos los recursos y, como comentamos anteriormente, maximizar la producción. Para cumplir con este objetivo, se utilizan distancias más cortas entre los olivos de no más de cinco metros entre líneas y dos metros entre los árboles. Este diseño compacto maximiza el uso del suelo y aumenta la rentabilidad por unidad de superficie.
Preguntas frecuentes sobre las plantaciones intensivas de olivar
Si todavía tienes dudas con respecto al modo de funcionamiento de este sistema de producción, continúa leyendo ya que respondemos algunas de las preguntas más comunes que se suelen hacer al respecto:
¿Cuántos olivos intensivos caben en una hectárea?
El marco de plantación determina el número de olivos intensivos por hectárea. Dependiendo de la variedad de olivos y las condiciones específicas del terreno, se pueden plantar entre 300 y 500 olivos por hectárea en sistemas intensivos.
¿Cuál es la mejor variedad de olivo para cultivo intensivo?
Diferentes variedades de olivos son más adecuadas para el cultivo intensivo. Sin embargo, la elección dependerá de varios factores, incluidos los objetivos del productor, el clima y el suelo.
¿Cómo es el rendimiento del olivar en intensivo?
En comparación con los métodos de cultivo convencionales, el olivar intensivo da un rendimiento significativamente superior. Esto se debe, principalmente, al hecho que las cosechas son más abundantes y, en muchos casos, de mejor calidad como resultado de la combinación de una mayor densidad de plantación, un uso más eficiente de los recursos y prácticas agrícolas modernas.
Adicionalmente, los expertos en el área suelen trabajar y presentar en estudios que permitan conocer, con todo detalle, los precios del mercado y retorno de inversión, entre otros. Per, en general, la recuperación de la inversión es considerablemente rápida.
Sin lugar a dudas, la agricultura de olivos intensivas se ha posicionado como unos de los cambios más relevantes en lo que respecta a la agricultura de olivos, ya que brinda ventajas sumamente interesantes en términos de productividad, eficiencia y rentabilidad. Por ello no es de extrañar que los productores de aceite de oliva están adoptando, cada vez más, este enfoque moderno para, así, optimizar sus operaciones y garantizar un suministro constante y de alta calidad de sus productos.
