Hoy os propongo una tortilla de ortigas, algo sencillísimo pero que a ninguno se nos ocurre hacer nunca, ¿a que no?
Todos consideramos a las ortigas como malas hierbas, estamos acostumbrados a ello, las evitamos, las arrancamos y las odiamos por esa manía suya de picarnos cada vez que las rozamos siquiera. Sin embargo, lejos de ser una mala hierba es una planta con múltiples propiedades que se conocen desde tiempos antiguos, ya los romanos de la época imperial usaban las ortigas en la cocina.
Pueden usarse en ensaladas, en sopas, en tortillas… eso si, escaldándolas primero para que dejen de picar al manipularlas.
La diferencia de esta tortilla es que como yo soy vegana, en vez de huevos, uso harina de garbanzos, que sirve perfectamente igual, así que si os animáis a probar, aquí os digo cómo.
Necesitaremos :
- Ortigas frescas – unos 40 gramos aprox.
- Harina de garbanzos – unas 5 cucharadas soperas.
- Leche vegetal
- Ajos
- Aceite
- Sal
Lo primero que hay que hacer es recolectar las ortigas, aseguraos de que estén en un lugar limpio, lejos del tráfico o paso de personas y animales, por supuesto, usad guantes que os protejan.
Con los guantes puestos vamos deshojando las ortigas y las lavamos bien. A continuación las escaldamos en agua hirviendo durante un minuto, lo justo para que dejen de picar. Las sacamos y las escurrimos. En una sartén ponemos unos ajos en láminas a dorar, y cuando empiecen a tomar color echamos dentro las ortigas y las salteamos un poco.
- Cuerpomente (Autor)
A parte tendremos preparado un plato con la harina de garbanzos, yo suelo usar unas cinco cucharadas llenas en sustitución de dos huevos. Le pongo un poco de sal, una pizca de cúrcuma para que tenga colorcito, lo mezclo bien y entonces empiezo a añadir leche vegetal, la que más os guste, poco a poco, batiendo continuamente para que no se formen grumos. Tiene que quedar una masa bastante líquida, como si fueran huevos batidos.
Entonces añadimos las ortigas salteadas, mezclamos bien y a la sartén, a fuego no muy fuerte. Esparcemos bien la masa, y dejamos unos dos minutos a fuego suave, que cuaje. Cuando notemos que la masa está suelta , le damos la vuelta, subiendo el fuego de nuevo y añadiendo aceite si fuera necesario, dejamos que se haga por ese lado y ya está.
Una riquísima tortilla de ortigas, con una sabor y una textura diferentes, a mi personalmente me gusta más que la de espinacas. Ah! El agua de escaldar las ortigas no la tiréis, la podéis aprovechar para hacer una sopa. Ya me contaréis qué tal.
Y para que quede mejor explicado, a continuación os dejo el vídeo con la receta paso a paso:
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